El juego del escondite se te da de maravillas. Esconder las palabras en tu mente mientras yo cuento hasta 100. No sales, no salen. Si al final lo que vas a necesitar son un buen par de ostias. Alomejor así, te animas.
Dos puntos aparte del seguido del final. Ni busco, ni encuentro. Ni salen, ni llegan. Música, música y libros. Aire libre, si es posible... y comida. Comer mucho y bien. Bebida, una buena coca-cola. Buena compañía... En estos días la "buena" compañía se rige por un simple: Por interés, te quiero Andrés. Me he dado cuenta, pero sigo siendo tonta. Lo sé y no hago nada, nada, aboslutamente nada para cambiar las cosas. Si al final la loca seré yo. Pero, ¿Y? Al final la vida pone a cada uno en su lugar.
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