A veces, las palabrás están de más. Y lo único que necesitas es que alguien venga y te abrace. O simplemente que este contigo. La simple sensación de no estar sola, reconforta. Que te entiendan sin decir la más mínima palabra y que escuche tu silencio. A menudo nadie lo hace. No ven más allá de las expresiones aparentemente felices pero realmente triste. Mira a los ojos. Todo empieza con un simple ¿Qué tal?. Llévame lejos y alto. No al cielo, me conformo con una azotea e ir mirando las pequeñas cabezas que caminan preocupadas por la calle. Llévame allí con una sandía y una manzana. Tiremos la sandia desde arriba, con fuerza para que nos llegue la sensación de desahogo. Luego mordamos la manzana. Y si te animas, bésame.
Gracias a esas personas que ya me siguen, para mí, significa mucho!!
Oig♥
ResponderEliminarempieza con un qué tal
ResponderEliminar¿y como acaba?
nadie lo sabe
como para no animarse
ResponderEliminar(Hola bella)
estamos tan acostumbrados a vernos a nosotros mismos, que a veces no vemos a los demás... pero con un beso de sandía seguro que se da por aludido :)
ResponderEliminarse puede hacer tanto con taaaaaan poco! pero nos empeñamos en hacerlo difícil.
ResponderEliminarame esto de "No al cielo, me conformo con una azotea e ir mirando las pequeñas cabezas que caminan preocupadas por la calle"..tan cierto!
ResponderEliminarme encanta el blog
y ver la sandía desde arriba espachurrarse contra el suelo!
ResponderEliminarmua:)
Me gusta ese plan :)
ResponderEliminar