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miércoles, 17 de febrero de 2010

Ya vuelvo a sentir que me quedo sin virutas, y sentirlo dos veces no es casualidad. Mis dulces virutas estan en peligro de extinción y no sé que hacer para evitarlo. Esto me da tanto coraje, y es que me cago en la fruta madre, botones. Dime que este malestar no es añoranza anticipada, que sepas que he cambiado mis sábanas no quiero echar de menos ni tu olor, ni nuestros recuerdos, ni nada... Ya me he chocado contra el iceberg que hace que me parta en dos, tengo los pies inundados y fríos... pero aún quedan los botes salvavidas que pueden conseguir que ,aunqe se hunda el barco, nadie salga herido... Puede que llegue un "arregla-barcos" que lo cambie todo.. pero sé que no, me hundiré y caeré en el olvido, como tus palabras en el tiempo.

Me haré la idea, adiós virutas.

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